[Estas entradas pretenden recuperar algunos de los posts que publiqué en
www.ytuquemiras.net, donde aún se pueden consultar los originales;
lamentablemente, la mayoría de fotografías y vídeos se han perdido, así
que es muy probable que el contenido multimedia de esta página no
coincida con el de las entradas de dicha web. La entrada de hoy se
publicó inicialmente el 9 de octubre de 2012.]
El señor Khan, autoproclamado líder de la comunidad musulmana de Sparkhill, Birmingham, nos muestra su vida cotidiana y la de su familia. Y poco más: es una comedia de situación amable, que se ríe de la mezquindad de su protagonista y juega con los tópicos de las comunidades musulmanas integradas en nuestras ciudades. Tenemos al padre cutre, a la madre abnegada, a dos hijas totalmente opuestas, al novio estúpido de una de ellas, al británico convertido, a los conocidos de la mezquita, a la vecina odiosa...
Es refrescante comprobar que los británicos siguen atreviéndose con todo. Mientras medio mundo se indigna por la pertinencia de unas caricaturas, llega la BBC y hace una comedia sencilla protagonizada por una familia musulmana pakistaní, donde uno de los principales escenarios es una mezquita, y el mundo no se acaba. Evitan la provocación y apuestan por la normalidad. Hacen bromas con la doble moral, con la pobreza, con la ignorancia (¡la gramática!), con la práctica religiosa y el compromiso comunitario. Pero siempre desde el respeto. Y además, sí, hace gracia.
La serie no tiene mayores pretensiones y, como heredera de otras comedias de situación británicas (estoy pensando en Father Ted o en Black Books, por ejemplo), hace del feísmo su bandera: los decorados de cartón-piedra, la teatralidad de las actuaciones o lo repetitivo de algunos gags son parte integral de esta serie.
Citizen Khan no te va a cambiar la vida. Si buscas humor inteligente (aunque primero tendríamos que definir qué es el humor y qué es lo inteligente), quizá esta no sea la serie para ti. Pero si te diviertes con las comedias británicas más chuscas, no deberías dudar en darle una oportunidad. Al fin y al cabo, acaba de terminar su primera temporada de seis episodios. Y si te han despertado alguna vez a las cuatro de la madrugada con la llamada a la oración, algunos de los detalles te resultarón de lo más familiares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Dudas, comentarios, sugerencias? Tu opinión siempre es bienvenida.