Mostrando entradas con la etiqueta Revenge. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Revenge. Mostrar todas las entradas

jueves, 16 de enero de 2014

El arte del culebrón



No me cansaré de decir que Revenge ha vuelto por todo lo alto. Después de una segunda temporada confusa y un poco "light", la tercera y su cambio de showrunner nos han devuelto la serie en plena forma. Y yo no podría estar más contenta.


La trama ha avanzado más en estos últimos diez o doce episodios que en las dos temporadas anteriores, y aunque por cada dos pasos adelante dé uno atrás, es imposible aburrirse. La serie va soltando lastre y deshaciéndose de personajes (o recuperándolos) según le conviene. Total, la verosimilitud nunca fue importante para nuestra ninja vengadora, que se va librando una y otra vez de las trampas que ella misma se pone.


Después de un amago de resignación y querer abandonar sus objetivos después del pequeño contratiempo que la ha llevado al hospital, Emily se ha puesto las pilas y nos ha devuelto su mirada acero azul flipante de superheroína vengadora con muy mala uva. Por desgracia, su nueva resolución se lleva por delante su relación amorosa con Aidan, que por enésima vez se despide (espero que por poco tiempo), abriendo de nuevo el horizonte a esa relación lógica pero aburridísima con Jack, personaje al que supongo que no se han podido cargar porque es necesario para el final feliz que la serie promete y que Emily acaso atisba mientras sostiene en sus brazos al pequeño Carl. Una lástima, porque el personaje ahora mismo aporta aún menos a la serie que Daniel, que por lo menos ahora se ha pasado al lado oscuro y se está convirtiendo en un digno hijo de... su madre. 


La serie se ha quitado todas las máscaras y se ha entregado en cuerpo y alma al culebroneo con tanta seguridad en sí misma que hasta se permite algún momento de pretendida profundidad. El otro día, viendo el último episodio, comentábamos por twitter que por ese hospital solo faltaba que apareciese Joey Tribiani interpretando al doctor Drake Ramorey o la mismísima Susan Sarandon con cerebro nuevo. 


Y es que va a resultar que hacer un culebrón también tiene su arte: no basta con esa iluminación californiana (aunque la escena tenga lugar en un interior), con los cardados, el lamé, los malos malísimos y los giros de guion imposibles... Eso ya lo han intentado muchas series en los últimos años, algunas incluso autoproclamándose herederas de los grandes culebrones de los ochenta, y no les ha funcionado. Y llega Revenge y cambia el lamé por los vestidos-venda y consigue colarnos con estilo y orgullo hasta una amnesia temporal. ¡Amnesia temporal! ¡Toma ya!




lunes, 21 de octubre de 2013

La vengadora está sola



Ay, chicos, chicos, chicos. Si hay algo que no me esperaba yo para esta nueva temporada que empezó en septiembre era que Revenge volviera a engancharme como me está enganchando. ¿Quién me lo iba a decir después de una segunda temporada confusa y aburrida? Es evidente que el "reset" le ha sentado fenomenal.


Como seguro que todos sabéis, Mike Kelley, el creador de la serie y su showrunner, se largó a finales de la segunda temporada por diferencias irreconciliables con la dirección. Consideraba que la veintena de episodios que le imponían eran demasiados para crear una temporada coherente. Algo así como que era imposible crear algo con una calidad aceptable a lo largo de tantos episodios y que se había sentido obligado a meter rellenos innecesarios.


Aunque no creo que la segunda temporada fuera tan mala como algunos la pintan, sí que es cierto que se durmieron en los laureles, perdiendo de vista el objetivo de la serie, sobre todo al añadir una conspiración que, como expectadora, a menudo me resultaba confusa y, casi siempre, irrelevante e incluso aburrida. Introdujeron nuevas tramas y nuevos personajes que no aportaban demasiado (solo hay que recordar a aquella novia de Nolan o al personaje lamentablemente fallido de Jennifer Jason Leigh) y que desviaban la atención de lo que realmente nos interesaba: Emanda gastando rotulador rojo como si no hubiera mañana.


Por suerte, parece que el nuevo showrunner, Sunil Nayar, tiene claro qué es lo que quiere hacer con la serie: devolverla a los orígenes. Emily Thorne vuelve a tener a los Grayson en su punto de mira porque ellos son los grandes malvados de la serie, no hay necesidad de grandes conspiraciones que los conviertan en peleles en manos de unos desconocidos; bastante tienen con lo que tienen. Así que Nayar ha tirado lastre y, ¿qué queréis que os diga? Yo estoy encantada.


Me cuesta no soltar spoilers a diestro y siniestro, así que solo os diré que, por si no lo habéis notado, me gusta la nueva dirección de la serie. Además, percibo otras diferencias, Emily empieza a verse muy sola en su camino de venganza y todo a su alrededor le hace cuestionarse si está haciendo lo correcto. Y a estas alturas, ese punto de vista me parece muy acertado. Aunque sea una ninja disfrada de pijita de los Hamptons, es inevitable que cometa errores y estos se le van a ir echando encima.


Todo esto, sin entrar en detalles "espoilerosos" (aunque os diré que hay un nuevo guaperas, con torso al descubierto en el primero episodio incluido), hace que haya recuperado la esperanza en esta serie. Os invito a que, si la dejásteis, la retoméis, los tres episodios que he visto hasta ahora me dan muy buena espina y espero que el de esta noche lo confirme: Revenge vuelve a ser la serie culebronesca, entretenida y maliciosa que necesitamos. ¡Gracias, señor Nayar!