martes, 29 de abril de 2014

Una de piratas





Cuando parecía que el género de piratas, salvando la excepción de la franquicia de Piratas del Caribe, había pasado a mejor vida, llegó Starz y apostó por él.  





Anoche, invitados por @birraseries y el canal TNT, asistimos a un pase previo de la serie Black Sails, que la cadena de pago estrenará el lunes que viene a las 22:30. Su primera temporada, de tan solo ocho episodios, terminó hace algo más de un mes en Estados Unidos. 


Como ya os decía, la serie recupera el espíritu aventurero de las películas de piratas, al ofrecernos una precuela de uno de sus máximos exponentes, el popular clásico La isla del tesoro, de Robert Luis Stevenson. En el piloto se nos presentan algunos de los personajes que más tarde encontraremos en la novela, destacando sobre todo el capitán Flint, en un papel interpretado por Toby Stephens (hijo, por cierto, de la gran Maggie Smith; según me contó @missmacguffin, que es un pozo infinito de anécdotas y conocimientos televisivos). También conocemos a John Silver (interpretado por el australiano Luke Arnold), aunque su personaje aún no ha tenido tiempo de demostrar todo su potencial. 


La serie, rodada en Sudáfrica (aunque con algunos de los efectos visuales del piloto, nadie diría que han salido del estudio) nos muestra el mundo que rodea a estos fuera de la ley en las Antillas de principios del siglo XVIII, que es al mismo tiempo acicate y amenaza para el mundo del comercio entre la metrópoli y las colonias europeas.


El piloto se hizo un poco largo en algunos momentos, debido sobre todo a cierto afán de los guionistas por darnos toda la información posible en un solo episodio, cuando en mi opinión esto era innecesario. Supongo que lo harán para, a partir del segundo, entrar directamente en harina y ofrecernos mucha más aventura y acción. No obstante, tanta exposición se vio aderezada (y aligerada) por lo que ya son ingredientes habituales en las series de Starz: sangre, torsos y una pizca de sexo lésbico. De todas formas, parece que la serie ya está renovada por una segunda temporada de diez episodios (su rodaje comenzará en noviembre), lo que indica el éxito de la fórmula. 


Podría parecer que el episodio no me gustó y no es cierto. Me pareció una serie bastante digna, por momentos divertida, y bastante amena, que es precisamente lo que deberíamos esperar de una ficción sobre piratas. La serie es bastante consciente de qué es y cuál es su objetivo, y encaja perfectamente con la estrategia de TNT de traer a su canal series de acción y entretenimiento puro, siguiendo el camino marcado que ya iniciaron con Vikings. Habrá que darle un par de episodios más para ver por dónde va y como se desarrollan los acontecimientos. Lo que sí es cierto, como ya me comentó un conocido hace algunos días, es que da unas ganas inmensar de revistar el clásico de Stevenson, aunque sea spoiler.


[Me edito y me corrijo a mí misma: estoy empanada; me cuenta @lidiamfraga, que sabe bastante de esta cuestión, que, además de la española "Piratas", solo en Gran Bretaña hemos tenido "Blackbeard: Terror at sea", "Treasure Island" y "Moonfleet". Si queríamos té, aquí tenemos tres tazas...]



lunes, 28 de abril de 2014

El sex-appeal de lo convencional: Fading Gigolo





Creo que era Michel Houellebeq en Plataforma quien hablaba que hay dos tipos de placer: el del descubrimiento y el del reconocimiento. Así, en ocasiones disfrutaríamos de conocer cosas nuevas, de la sorpresa y de lo inesperado, mientras que en otros casos nos complacería disfrutar de lo familiar, de aquello que ya conocemos y apreciamos, revisitándolo a sabiendas de lo que nos vamos a encontrar y gozando del reencuentro.


Algo así me ha pasado con la última película que, gracias a Días de cine, pude ver el jueves pasado: Aprendiz de gigoló. Que el guion y la dirección fueran de John Turturro era un punto a favor, pero creo que todos los que estábamos en el cine queríamos disfrutar de Woody Allen. Sabíamos a lo que íbamos y, desde luego, lo encontramos.




El argumento no tiene demasiada complicación: al librero Murray Schwartz (Allen), que está en plena liquidación de su negocio, se le ocurre que la solución para sus problemas económicos y los de su amigo Fioravante (Turturro) es que este último se convierta en gigoló, aprovechando su contacto con una mujer de clase acomodada (Stone).

Si nos pusiéramos quisquillosos, diríamos que Turturro imita aquí a Woddy Allen, y quizá sea cierto. Pero el director/guionista/protagonista consigue rescatar la esencia de la comedia del maestro para, sin llegar a las cotas de genialidad que alcanzaron algunas de sus películas, ofrecernos una película ligera, sin grandes ambiciones, pero muy divertida. El mejor Allen, pero con la firma de otro grande.


Aprendiz de gigoló hace gala de un humor adulto, pero no en el sentido que el propio título podría sugerir. Antes bien, resulta elegante y bastante inocuo. Como comedia que es, evita sin problemas cualquier conflicto que su concepto mismo pudiera plantear y se centra más en la amistad y el contacto humano como remedio para la soledad. 


Los protagonistas están estupendos. Woody Allen, en un papel totalmente a su medida, siempre es bienvenido y el Fioravante de Turturro resulta creíble y entrañable. Vanessa Paradis es una actriz que suele irritarme y aquí consigue conmover, especialmente en una escena concreta (si veis la película, ya me diréis qué os ha parecido). Liv Schreiber y Sofía Vergara no tienen mucho que hacer y en cuanto a Sharon Stone, ¡qué bien le sientan los años a esta mujer! Está arrebatadora. Los elementos cómicos son constantes y la risa y la ternura se mezclan en una receta que hemos visto mil veces pero que siempre funciona (hay una escena con unos jueces judíos ortodoxos que es desternillante). Turturro consigue que nos riamos con y de la intolerancia religiosa, y que nos identifiquemos totalmente con la pequeña vida de estos neoyorquinos. 


Por último, me gustaría destacar dos elementos muy cercanos tanto a Allen como al director italoamericano: por un lado tenemos la presencia constante de Brooklyn, cuyas localizaciones son indispensables y muy acertadas. Por el otro, una banda sonora exquisita y muy multicultural, algo que subraya muy bien el espíritu de la propia película, con temas de jazz, evidentemente, pero también con chanson française o temas en italiano e incluso una preciosa versión en árabe del estándar de jazz I'm a Fool to Want You. Ah, y un último apunte, aunque casi me da vergüenza comentarlo: es muy recomendable en versión original. Los acentos, la mezcla de idiomas por parte de algunos personajes y el color de las voces quizá no sean imprescindibles para entender la película, pero creo que son fundamentales para disfrutarla.


En definitiva, una comedia que no se sale en absoluto de lo esperado, pero que cumple con creces con su objetivo: es muy amena y deja muy buen sabor de boca. Las carcajadas, el aplauso al terminar la proyección y los comentarios que se oían a la salida del cine fueron prueba de ello. Así, da gusto repetir. Muy recomendable.




viernes, 25 de abril de 2014

Casual Friday: Keren Ann




Buenos días, chicos. Hoy, como cada viernes, os propongo algo de música. En este caso, se trata de una recomendación que me hizo Spotify hace unos días... Parece que el sistema empieza a enterarse de mis gustos y ya no me recomienda una y otra vez a Pablo Alborán. 


Estoy segura de que a esta chica muchos ya la habréis escuchado por ahí. Cuando en la lista de reproducción de Spotify apareció My Name Is Trouble fue como ¡anda! ¡Si a esta chica yo la conozco! Lo cual puede indicar dos cosas: que es de esa música que escuchas sin fijarte en quién la canta o bien cada día estoy más centrada en la música clásica y el jazz y no me entero de lo que sucede en otros géneros... Luego he leído que su música ha aparecido en varias series y películas; así que la cosa podría venir de ahí...


El caso es que Keren Ann me ha resultado una cantante interesante por su estilo intimista y ecléctico, muy agradable. Esta cantante y productora de origen israelí y afincada en París canta en varios idiomas y se atreve con distintos géneros. Solo en la canción que os propongo, Lay Your Head Down, encontramos ecos evidentes de Lou Reed y su Velvet Underground y quizá también de T-Rex, para luego llegar a un estribillo más convencional y melódico. Esta canción pertenece al álbum "Keren Ann", el tercero de la artista, publicado en 2007. 

Espero que os guste.






But what I'm thinking of just this time
Why don't you lay your head down
in my arms, in my arms
Lay your head down
in my arms, in my arms


You know my love this is no dream of mine
But the way you ride those waves
makes me want to follow you blind

Pero lo que estoy pensando esta vez es
por qué no bajas tu cabeza y la recuestas
en mis brazos, en mis brazos
Baja tu cabeza y recuéstala
en mis brazos, en mis brazos


Sabes que mi amor no es un sueño solo mío
Sino que la forma en que cabalgas esas olas
me hace querer seguirte ciegamente

miércoles, 23 de abril de 2014

Cansancio de depravación





Cuando Weiss y Benioff decidieron darle el título de Juego de tronos a la versión televisiva de Canción de hielo y fuego me pregunté si era una buena idea. También le di unas cuantas vueltas a cuáles serían los motivos. Pero empiezo a pensar que este título quizá esté mejor escogido que el de la propia saga literaria. 


Ya desde el principio, o así lo veo yo, la serie nos invita a un juego. Con unos títulos de crédito que nos muestran un tablero y unas figuras que van ensamblándose y creciendo como un mecano mientras la cámara sobrevuela el mapa, parece evidente que no solo nos lleva a un mundo de fantasía, sino que la serie se antoja una especie de juego de rol. Al mismo tiempo, es un juego en el que las normas que creemos prestablecidas debido a toda nuestra experiencia y bagaje con el género se van rompiendo. Pronto comprendemos que es un juego, pero no tiene nada que ver con lo infantil o lo puramente lúdico. Aquí la diversión es adulta, el universo que se nos presenta es acaso más cruel que la propia realidad y el punto de vista es cínico y despiadado.


El problema es que llega un momento en que todo vale. Y cuando todo vale, cada nuevo acontecimiento pierde peso. De ahí, creo yo, la importancia del giro de guion en esta serie (y de la indignación cuando se escapa algún spoiler). Y de ahí, también, que los dos últimos libros (aún no he terminado Festín de cuervos), en ausencia de grandes revulsivos en la trama, resulten más aburridos. 


Parece que el lector/espectador necesitase una nueva Boda roja en cada episodio. De hecho, hasta que apareció la última polémica, un poco sacada de la manga, parecía que esta semana no había habido Juego de tronos, porque no había ruido en las redes sociales. Lo que, por otro lado, me hace preguntarme si dicha polémica no habrá sido instigada por la propia parte interesada. Digamos que la serie está acostumbrada a ser un acontecimiento en sí misma, a generar ríos de tinta con cada episodio, sentando nuevas bases y convirtiéndose en una nueva referencia del género. Así que los creadores tienen que hacer lo posible para no perder esa baza de ruido mediático.


Gracias a Juego de tronos ahora sabemos que los protagonistas pueden morir. También sabemos qué es la "sexposición". El peligro es que, a la espera de escenas arrebatadoras, nos perdamos unos diálogos magníficos o la metáfora que todo el universo de Martin nos ofrece. No solo eso, ya que Martin ha malacostumbrado a su lectores, que como niños malcriados se lamentan de la tardanza en recibir el próximo bocadito en forma de tocho de mil páginas o de la mala salud del autor, que a este paso les dejará sin conocer el final de la saga. Ese mismo Martin, capaz de ofrecer las relaciones más enfermizas y los actos más depravados, corre el riesgo de que el lector termine por aceptar como normal lo que en cualquier otra ficción aborrecería o, como mínimo, encontraría chocante.


El problema de ofrecer sistemáticamente escenas violentas, moralmente degradantes o directamente repulsivas para el espectador (démonos cuenta que apenas queda una relación "normal" y que quienes demuestran el más mínimo sentimiento honorable terminan, en el mejor de los casos, siendo despreciados o, en la mayoría de ocasiones, mordiendo el polvo) es que estas dejan de sorprender y, a la postre, pueden incluso dejar de interesar. Y la infame escena de este último episodio es buena prueba de ello. Juego de tronos es tan bestia en su desarrollo, que cuando alguien alza la voz subrayando lo macabro de algún planteamiento, nuestra reacción es pensar que dicha opinión es exagerada y que el mundo de Martin es así. Lo que me lleva a preguntarme cuál sería el límite.


Solo tenéis que comparar (y aquí me permito entrar en el pantanoso terreno de los spoilers, así que cuidado) el peso y el efecto que una muerte o una violación pueden tener en series como Treme y la importancia que tienen en Juego de tronos. Es cierto que la muerte de Ned Stark nos impactó; pero porque fue la primera y fue la que rompió con nuestras ideas prestablecidas sobre qué estábamos leyendo/viendo. A partir de ahí, todo valía. Y, para mí, ahora mismo, el problema es que tanta crueldad y tanto vicio pueden terminar por resultarme totalmente indiferentes. No es que tenga miedo por mi estructura moral, porque ya hemos dicho que esto no es más que un juego, pero sí es cierto que resulta cansino y, en ocasiones, se echa de menos un personaje con el que poder sentirte algo más identificado. Supongo que por eso Daenerys es la favorita de casi todos... Y es que al final, casi siempre, nuestra propia humanidad nos lleva a ponernos del lado del héroe.

viernes, 18 de abril de 2014

Semana Santa

No olvidemos, que más allá de playa y descanso, la Semana Santa en realidad una festividad religiosa. Dicho esto, que cada uno la disfrute a su gusto; yo, para no variar, lo hago con música. Aquí una de mis obras favoritas para esta época. 







Si os interesa, aquí hay más información sobre esta maravillosa obra y aquí los textos y su traducción al español. Aquí un análisis un poco más especializado, que se ocupa de la Pasión según San Juan a partir de la página 11. Que la disfrutéis.


martes, 15 de abril de 2014

Alemán para seriéfilos




¿Estás aprendiendo alemán y quieres descubrir su oferta audiovisual? ¿Te pasa como a mí y tienes miedo a que, con tanta máquina, tanto marketing y tanto mail de trabajo se te oxide el alemán del día a día y solo sepas hablar de motores? 
 

Dicen que la mejor forma de practicar un idioma es estableciendo una cierta empatía con la cultura, a través de nuestros intereses, y como en este blog se trata de series (aunque ahora que lo pienso también podría hacer una entrada de "alemán para melómanos"), os voy a contar cuáles son algunas de mis referencias relacionadas con lo audiovisual a la hora de practicar la lengua de Goethe. Y agradeceré cualquier recomendación para ampliar mis fuentes. Allá vamos.



Series, series, series

Ver series en alemán no es especialmente fácil. Por un lado, tenemos las mil reposiciones de Komissar Rex en la TDT (aunque creo que no está en dual y solo se puede ver en castellano). Además, Cosmopolitan ha emitido Diario de una doctora y ahora está en plena promoción de Secretaria en apuros. De la primera ya hablé hace mucho en el blog y no es complicada de encontrar en Internet. Tampoco tendréis demasiadas dificultades para encontrar Heimat o Unsere Mütter Unsere Väter (disculpadme, pero estas no sé ni cómo se titulan en español). Pero más allá no vamos a encontrar gran cosa. Yo llevo tiempo intentando hacerme con Weissensee, pero la última vez que miré ni siquiera fui capaz de adquirirla por Amazon (la vida era mucho más sencilla cuando no te obligaban a usar amazon.es para hacer las compras).



Emisión por Internet de canales en abierto

Otra opción es irnos directamente a las web de los canales alemanes. Mis favoritos, con diferencia, son la ZDF y ARTE. En el primero encontramos bastantes documentales, algunas películas (la mayoría, telefilmes) y noticias. Lamentablemente, aunque la web ofrece la posibilidad de comprar los episodios de sus series, con la limitación geográfica resulta imposible hacerlo desde España. No sé si desde otros países se podrá hacer. 


Por su parte, el canal francoalemán también ofrece documentales, crónicas, programas culturales y de viajes y, mi absoluto favorito desde hace casi diez años: Karambolage, que, por cierto, no tiene nada que ver con las series, pero os lo recomiendo igualmente. Se trata de un cortísimo programa (apenas diez minutos; en directo a las ocho de la tarde de los domingos) creado por Claire Dutrieux en el que se analizan en clave desenfadada las diferencias lingüísticas y culturales entre Francia y Alemania. Como el resto de programas de esta cadena, Karambolage se emite en ambos idiomas, por lo que resulta interesante alternas entre versiones. También es curioso el blog del programa. Normalmente cuentan con una plantilla de colaboradores (algunos de ellos son, lógicamente, del gremio traductoril) para que presenten su opinión o para que cuenten anécdotas sobre las diferentes costumbres a ambos lados de la frontera.



Blogs de series

Aquí hay algo más donde elegir aunque, para los seriéfilos más empedernidos, es posible que tanto los blogs como los podcasts resulten un poco superficiales (pero ya hemos dicho que se trata de practicar alemán, no de descubrir la última perla escondida entre las series del mundo). Además, como suele suceder, la vida de los blogs es corta, sobre todo si se trata de webs personales y no vienen auspiciadas por algún tipo de patrocinio. Así que lo que era interesante hace una par de temporadas ya no está... En fin.


En primer lugar quizá recomendaría la web de Stefan Kremz que, aunque no habla únicamente de series, tiene una sección exclusiva para ellas. Como he dicho antes, no esperéis descubrir ninguna novedad; se trata de las típicas series estadounidenses... Más interesante me resultaba StaffelEins, pero parece que lleva un tiempo abandonada. Aun así, le podéis echar un vistazo. De las que aún siguen funcionando, me gustan Fernsehlexikon (una de las últimas que he descubierto), Serikal o Serienasten



Podcasts

Lo mismo que hemos dicho de los blogs podemos afirmarlo respecto a los podcasts sobre series. Creo que no han alcanzado el nivel de calidad que tienen ciertos podcasts en castellano, pero hay alguna cosita recomendable para abrir la oreja al idioma germano. En este caso, yo suelo escuchar dos: Fortsetzung folgt, en el que un grupo de gente habla de varias series de forma muy amena y desenfadada, y Drowning Zebra, que son diálogos más pausados sobre una serie en concreto.



Pelis

Y por último, quizá lo más sencillo, las pelis. En Filmin encontramos alguna que otra película en alemán, pero luego todos sabéis dónde y cómo buscar películas, ¿verdad? Más allá de los telefilmes chungos de Antena 3 de los sábados por la tarde (¿por qué, al poner la tele, es tan evidente cuándo una tv-movie es alemana, aunque las localizaciones sean en Madagascar? Alguien con conocimientos técnicos, plis, que me lo explique), están las pelis evidentes. Pero si lo que queremos es echar el rato y hacer un poco de oído, yo me iría a las comedias bobas, por ejemplo, cualquiera de las que Till Schweiger lleva mil años protagonizando (este hombre irá encorvado con la cachava y seguirá haciendo de ligoncete), como Keinohrhasen o Kokowääh (de esta hay 1 y 2, por si la primera os sabe a poco).



Y por ahora esto es de lo que me he acordado en un rato. Repito la petición: si tenéis alguna recomendación, agradezco cualquier sugerencia. Por lo demás, espero que la lista os resulte útil.

viernes, 11 de abril de 2014

Casual Friday: John Dowland



Buenos días, chavalines. Hoy, para celebrar la llegada del viernes os propongo a un autor de finales del siglo XVI, pero no vale asustarse antes de tiempo, ¿eh?


John Dowland fue un compositor inglés (aunque se discute si acaso fuera de origen irlandés), que desarrolló su carrera en la pérfida Albión (me encanta esta expresión, qué queréis que os diga), aunque también recaló en París y en la corte danesa de Christian IV. Tuvo la mala suerte de convertirse al catolicismo en plena Reforma, lo que le conllevó algunos problemas con sus "clientes" protestantes de la corte isabelina. 


Sus obras, compuestas principalmente para laud, destacan por una enorme melancolía, muy de moda en la época, que fueron luego retomadas por otros autores posteriores, como el Nocturno sobre un tema de Dowland para guitarra de Britten.


La pieza que traigo hoy al blog es la archiconocida Flow My Tears (aquí la partitura, y aquí la versión que Sting hizo hace unos añitos), pavana compuesta inicialmente para laud y que hacia 1600 se convertiría en canción al agregarse el texto que aparece a continuación del vídeo (por cierto, la traducción de la letra esta vez no es mía, sino que procede de aquí). La versión que os propongo es la de la soprano argentina especializada en música antigua Valeria Mignaco, acompañada por el laudista Alfonso Marín.


Espero que os guste. ¡Feliz fin de semana!







Flow, my tears, fall from your springs!                 
Exiled for ever, let me mourn;
Where night's black bird her sad infamy sings,
There let me live forlorn.


Down vain lights, shine you no more!
No nights are dark enough for those
That in despair their lost fortunes deplore.
Light doth but shame disclose.



Never may my woes be relieved,
Since pity is fled;
And tears and sighs and groans my weary days
Of all joys have deprived.


From the highest spire of contentment
My fortune is thrown;
And fear and grief and pain for my deserts
Are my hopes, since hope is gone.



Hark! you shadows that in darkness dwell,
Learn to condemn light
Happy, happy they that in hell
Feel not the world's despite.
Fluid, lágrimas mías, brotad de vuestras fuentes.
Exiliado para siempre, lloro mi pérdida.
Allí donde el pájaro negro de la noche canta su dulce infamia,
allí podré vivir yo, triste y abandonado.

Cesad luces vanas, no brilléis más.
Ninguna noche es lo bastante negra para aquellos
que desesperados añoran sus pasadas fortunas.
La luz sólo descubre la vergüenza.

Mis penas nunca serán calmadas
porque la piedad se fue.
Y lloros, suspiros y gemidos.
Mis cansados días han quedado privados de toda alegría.

Después de la más alta vuelta de felicidad
Mi fortuna ha sido precipitada
y miedo, dolor y pena son mi única esperanza
porque esperanza ya no hay

Escuchad, sombras, pueblo de tinieblas,
aprendez a despreciar la luz
Felices felices quienes en los infiernos
no sufren los ultrajes de este mundo