jueves, 20 de febrero de 2014

La libertad del bloguero



Casi me da miedo poner este título, porque con él asumiría un papel, el de bloguera, que creo que aún me queda bastante grande, pero supongo que después de unos cuantos meses escribiendo por aquí, a lo mejor me hacéis un huequito...


En el blog de series de El Mundo, Alberto Rey  publica hoy una especie de carta abierta en la que declara su intención de no volver a hablar de series españolas por obligación. Además, en estos momentos se está desarrollando en twitter una discusión protagonizada, entre otros, por él y por Javier Suárez, sobre la libertad o la falta de ella a la hora de hablar de series españolas. Y he pensado que me apetecía dar mi opinión más allá de los 140 caracteres. Al entrar en el blog he visto que en la entrada de ayer, dedicada al estreno de Velvet, Conquer indicaba la existencia de cierta tendencia a desprestigiar las series españolas por el mero hecho de ser de aquí. Así que parece evidente que es el momento de tratar la cuestión.


Como participante de @birraseries desde casi la creación del grupo, he asistido a unas cuantas presentaciones de series, españolas y extranjeras, y encuentros con sus responsables. También Canal Plus me ha convocado con cierta frecuencia a pases de las series que emiten. Básicamente he ido a aquellos encuentros que me parecían interesantes. Para el resto, he preferido quedarme en casa. Eso quiere decir que cuando voy a un evento, quizá ya vaya predispuesta a que la serie me guste. Y a eso hay que sumar que, cuando se ve el trabajo que hay detrás de un proyecto, es más difícil quedarse solo con lo negativo.


Por otra parte, no debemos perder de vista que el blog es un espacio personal. Podemos hablar de lo que queramos y cuando queramos. Salvo excepciones, no somos periodistas ni asalariados (no nos pongamos quisquillosos, sabéis a qué tipo de blog me estoy refiriendo). Podemos elegir entre hacernos eco de las noticias/series/pelis que vamos encontrándonos o no. Podemos intentar ejercer la objetividad o no. Podemos hacer, básicamente, lo que nos dé la real gana. 


Con esto quiero decir que cuando un canal, una productora, etc. me invita a ver uno de sus estrenos y decido ir, en cierto modo ya estoy reconociendo la bondad del producto y es probable que termine hablando bien de él. Eso no quiere decir que me estén comprando. Gracias a Dios, tengo un trabajo que me permite vivir con cierto desahogo, por lo que me puedo pagar mis vinos y mis canapés cuando me apetezca. No necesito que me inviten. Por otro lado, aquí estamos hablando de series que normalmente todos podemos ver por una u otra vía. Lo de los preestrenos, en realidad, poco importa porque poco importa si vemos la serie hoy o dentro de una semana. Y lo de verla en pantalla grande, salvo excepciones como Juego de tronos, tampoco es tan determinante.


En definitiva, quiero pensar que si uno habla bien o mal de una serie es desde su libertad como bloguero. Y tampoco creo que haya que crucificar o acusar de estómago agradecido a quien habla bien de una serie española. Yo, que salvando las adaptaciones de Televisión Española de clásicos de la literatura, siempre había pasado de las series de aquí, estoy intentando vencer mis prejuicios y me estoy empezando a dar cuenta de que tenemos una doble vara de medir las series. Es evidente que hay series malas de solemnidad, pero cuando se hace un trabajo respetable, también hay que reconocerlo, ¿no?


Evidentemente, si no admitimos que se dé manga más ancha a una serie por ser española, deberíamos intentar no hacer lo contrario. Y aunque la objetividad sea imposible, creo que deberíamos ser más humildes y ver, además de los fallos evidentes, también los aciertos. No pasa nada y no seríamos peores críticos (quien lo sea) por reconocer las virtudes de una serie, un actor o una productora de aquí. Los que me conocéis un poco sabéis que no soy en absoluto de las que ensalzan lo patrio con el lema "como aquí en ningún sitio", pero tampoco me parece justo que perdamos el espíritu crítico para echar porquería en un producto simplemente por ser español. 


Salvando las distancias, cuando vemos una serie de la CBS sí decimos: está muy bien, pero claro, al ser una generalista han tenido que introducir tal o cual elemento. Por lo tanto, sí estamos estableciendo un rasero distinto para las series en función de dónde se emite o cuál es su público. ¿Por qué no vamos a hacer lo mismo con lo que se produce aquí? Es evidente que Velvet o El Príncipe (las últimas series españolas a las que he dado una oportunidad) se han construido con un tipo de público y una serie de limitaciones en mente y, por eso mismo, no podemos medirlas con el mismo rasero con el que medimos a Crematorio en su momento. Es que no juegan en la misma liga. 


Para finalizar, que cada uno haga lo que quiera. Quien quiera hablar mal, que hable mal. Quien quiera hablar bien, que lo haga. Pero no nos acusemos mutuamente de falta de objetividad o de estar vendidos a tal o cual poder. La libertad tiene que prevalecer, incluso cuando no está en línea con lo que nosotros pensamos, incluso cuando se trata de la libertad de hablar bien.


5 comentarios:

  1. No tengo mucho que aportar al tema salvo que, desde que tienes un blog, aunque sólo lo lea el gato, eres bloguera. Y en mi opinión personal, cada cual en su blog escribe lo que le da la gana y como le da la gana, faltaría plus. Como no todo el mundo opina igual, yo ya hace tiempo que puse un disclamer en el mío diciendo que era un blog subjetivo y que escribo lo que me place y como me place, y el que quiera leer cosas objetivas que se vea el telediario o se lea una enciclopedia :)

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    1. Gracias por comentar, Pelocha. Lo de "bloguera" pesa y es una responsabilidad, jeje. Prefiero quedarme en "aprendiz de". Bloguera seré cuando me salgan los haters y los trolls, XD

      Yo procuro no decir en el blog nada que no fuera capaz de decir a la cara. Pero a partir de ahí, el blog es mío y hablo de lo que quiero, aunque sepa que no me va a leer ni el perro (por ejemplo, las entradas de música, que solo me deben de gustar a mí).

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    2. Las entradas de música yo las leo.
      Respecto al tema, chapó por el post.

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    3. Ay, amiga gatuna, o sea que eras tú la que lee las entradas de música... :P

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    4. Ahora en serio, es verdad que las entradas de música son las que menos se leen pero me da igual. Lo que más me gusta del blog (y ha sido un descubrimiento) es que me permite ordenar mis ideas para poder exponerlas de forma inteligible (mi cabeza a veces es un batiburrillo) y trastear por internet y aprender cosas nuevas mientras preparo las entradas, así que en realidad poco importa que una entrada tenga diez lectores y otra cien.

      ¡Y gracias por comentar!

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