miércoles, 4 de septiembre de 2013

Yo, antes, era normal



Tengo una duda, ¿vosotros sois de los que encendéis la televisión a una hora determinada, sabiendo lo que queréis ver o ponéis la tele el rato que tenéis libre y hacéis zapping hasta caer en un canal que emita algo medianamente entretenido?


Si pertenecéis a este último grupo y os parecéis medianamente a mí, es probable que terminéis aterrizando en alguno de los docurrealities de Divinity, Xplora, o Energy. Y quiero aprovechar para gritar a los cuatro vientos que estos canales son el mal, un agujero de procrastinación y vicio televisivo que bien podría acabar con mi productividad profesional y mandarme al paro en cuestión de semanas.


Esta tarde después de comer me he sentado tranquilamente en el sofá a tomar mi té con un pedacito de chocolate y he puesto Divinity, que en esos momentos estaba emitiendo La casa de tus sueños. Y después empezaba Tu casa a juicio. Y menos mal que mi perro necesitaba salir a dar su paseo de la tarde, porque si no me podría haber pasado las horas muertas viendo realities de casas.


Teniendo en cuenta que la decoración me parece un tostón (buscar cortinas para un piso nuevo me parece una tortura), no logro adivinar cómo unos programas de estas características me enganchan tanto. Si su premisa es simple, son sumamente repetitivos y además todo es más falso que un duro de madera, ¿qué tienen para que pierda la noción del tiempo de esta manera tan insana?


Por no hablar de los programas de animalejos tipo Billy el exterminador o los Cazadores del pantano. Después de ver por enésima vez a Billi acabando con un avispero o soltando un mapache en el bosque, una servidora debería decir basta. Pero no, algo (y quiero pensar que no son sus protagonistas) me deja pegada al sofá. Y aún no sé qué es, así que, por favor, decidme que no estoy sola. Porque yo, antes, era normal.

4 comentarios:

  1. No estás sola. Sueño con un sótano acabado, un cuarto de colada y un vestidor en mi piso coruñés. O que un gemelo me encuentre un asco de casa para que su hermano me la deje cuqui... ¡No puedo vivir sin ellos!

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    1. Ya sabes, "mal de muchos..." Pero es una pasada, ¡estos programas son superadictivos! ¿Cómo lo hacen?

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  2. Son lo peor! A mi me hacen querer crear un espacio abierto y tirar la pared que separa la cocina del salón y crear una isla en medio. Sé que no lo quiero porque me trasladaría los olores de la cocina al salón, pero es que quedan tan bonitas....
    Mis últimos domingos los he pasado con estos dos, porque a mi abuela le encanta el programa de vestidos de novia y estando con ella paso de una cosa a otra. Menudas tardes de domingo...

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    1. Yo en el fondo tengo suerte, porque a mi marido no le gustan estos programas, así que me corto un poco; si no, estaría todo el día enganchada... De todas formas mi yo más cínico reconoce que esas casas van a estar así de monas el primer mes; las calidades no tienen pinta de ser las mejores. Además, qué rollo tener que limpiar y quitar la grasa por todo el salón. XD

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